SALOMON SNOW SPIKECROSS: DOCE CLAVOS PARA EL SNOWRUNNING SOBRE NIEVE Y HIELO. ANÁLISIS Y PRIMERAS IMPRESIONES, POR MAYAYO

Nuestra sección TRAIL RUNNING INVERNAL nos trae hoy las SALOMON SNOWSPIKE CROSS. La gama de zapatillas Salomon para este invierno nos presenta  dos modelos destacados: La Salomon X Alpine 2, con suela de goma tipo alta montaña. Y su hermana esta Snowspike con sus 12 clavos tan distintivos.

La Salomon SnowSpike Cross parte de una plataforma afin a la clásica saga Speedcross, que se completa con dos adaptaciones invernales clave, como son la polaina de neopreno integrada en la cubierta y los doce clavos de la suela. Arrancamos con videoanálisis por Mayayo y vamos luego con más detalles. 

ZAPATILLAS SALOMON SNOW SPIKECROSS 

Desde la marca se destaca al presentarla que esta nueva evolución bautizada como Salomon Snow Spikecross CS es un modelo específico para correr por hielo y nieve evolucionada a partir de la SpeedCross. Incorpora hasta 12 clavos de acero muy cortos en la suela Contagrip, vs los 9 que llevaba su antecesora la Spikecross 3 CS, toda una veterana lanzada en 2014. Mejor así la que ya era una una tracción excepcional en nieve y hielo, en aquellos puntos donde el taco de goma por sí solo no agarra lo suficiente.

Mantiene en la parte delantera la membrana que ya tenía la previa, buscando un balance de protección y transpiración para actividades aeróbicas intensas. La membrana impermeable y cortavientos va solo en la zona más expuesta del pie y donde mayor protección se necesita, pero el botín protector sube ahora hasta el tobillo, formando una polainta integrada de serie. El resto del pie no lleva membrana, para facilitar la transpiración y que el pie vaya siempre seco. Abajo podeis ver la versión 2017 y esta ultima hora del 2019. 

FICHA TÉCNICA: 

 PVPR 215€. No es barata, pero unir polaina, zapatilla y clavos, para un uso específico es una inversión en seguridad que compensará y mucho al tipo de corredor invernal habitual.

Peso 400gr: Como antes, es un peso alto, pero hay que sumar los tres componentes integrados. Vista así, resulta muy competitiva respecto a soluciones por separado.

Drop 10mm. Una cuña alta, derivada de su origen speedcross.

Amortiguación:  Altura 19mm-29mm. La normal en Salomon, casi hasta excesiva contando que pisaremos mucho sobre nieve blanda.

Suela: 12 clavos y goma contagrip con tacos 6mm.   Aquí su elemento clave y funcionar, funciona muy bien una vez te dejas ir y confias en ellas.

Anchura Suela 10,5-8,5. Curiosamente, una silueta estrecha que busca más la precisón en el apoyo que la estabilidad. Así pues, nos lucirá mejor si contamos con buena técnica en la pisada. Y ojo que los malos apoyos laterales pueden acabar en esguinces, si esos clavos patinan al morder.

PRIMERAS IMPRESIONES: Las tempranas nieves de este invierno nos han permido ya suimar los primeros kilómetros con ellas por las crestas y bosques del Guarrama. Por supuesto, se trata de una versión especial de  invierno para quienes, como es mi caso, gustamos de entrenar en zonas de montaña sobre hielo o nieve durante tres meses o más cada año. Una opción, esta de los clavos en la suela, que es mayoritaria entre corredores escandinavos e incluso nuestros más cercanos vecinos italianos.  La seguridad que aportan ante nieve dura o placas de hielo los clavos es una ventaja muy importante, aunque debemos tener claro que NO sustituyen por sí solos el uso de los crampones de trail running cuando vayamos a afrontar altas travesías de montaña invernal en zapatillas.

La membrana aporta protección en la parte más expuesta del pie, sin correr el riesgo de que ese líquido quede luego «atrapado» dentro de un botín completo. En cualquier caso, por experiencia personal os sugiero que siempre dejeis hueco para unos calcetines calientes, a ser posible de lana merina, pues aquí no será raro empaparnos el pie bien por charcos profundos externos, bien por saturación del sudor en la membrana.  Y nada como la merina para mantener el pie caliente pese a la humedad y prevenir más y mejor que cualquier fibra artificial los olores.

En mi caso personal, viviendo en Cercedilla a 1.200m de altura junto al Parque Nacional del guadarrama y entrenando durante los meses de invierno con nieve/hielo de forma habitual, sí me resulta una solución técnica en su conjunto muy interesante para cuando toca correr por zonas altas, donde abundan los tramos de placas de hielo. Aquí vemos el resumen técnico y alternativas de mercado en un breve video.

CONCLUSIÓN: Sin duda, es una zapatilla realmente cómoda y confortable para calzar nada menos que 12 clavos. Así pues, con ellas podemos correr desde distancias cortas típicas de las carreras Snowrunning, como alternar andar/trotar muchas horas con ellas puestas para completar travesías alpinas invernales. Muestra buena protección frente a la humedad y el frío así como contra piedras y barro. El agua no tiene fácil entrar ya que el botín sube hasta la caña y respira correctamente, sin excesos.

Sobre todo, es una zapatillas con EXTRAORDINARIO AGARRE Y TRACCIÓN en nieve, hielo y terreno resbaladizo en general pero que requieren buena técnica de carrera. Se trata pues de una zapatilla MUY ESPECÍFICA que debe usarse sólo para esas CONDICIONES INVERNALES para las que ha sido diseñada. Fuera de nieve/hielo se nos recalentará el pie con ella y los clavos al morder sobre roca sufrirán un desgaste prematuro. A cambio, si las cuidamos bien son zapatillas de alta durabilidad, al menos en las versiones anteriores que hemos castigado durante años. Ahora, iremos sumando más kilómetros para confirmaros ese extremo con esta última evolución.