Los clientes encuentran más gente de lo esperado en grandes superficies

May 20, 2020

«Hace dos meses que necesitaba comprar esto y he venido en cuanto me he enterado que abrían» y «al llegar me he encontrado con más gente de la que esperaba» eran ayer dos de las frases más empleadas por los consumidores que se desplazaron a Parque Mediterráneo, el centro comercial más grande de Cartagena. Renovar el vestuario de un hijo, al que en dos meses todo se le ha quedado pequeño, comprar los materiales y herramientas para alguna reforma pendiente y hacerse con algún dispositivo informático o aparato electrónico eran ayer las prioridades de la mayor parte de los ciudadanos que acudieron a grandes superficies.

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Entre las tiendas instaladas hubo algunas que no abrieron. Isabel Fajardo fue una de las damnificadas por ello. «Yo he venido a devolver un pantalón y una chaqueta que compré por internet. Me llegaron justo un día antes del confinamiento y no son de mi talla. Pero la tienda está cerrada. Así que tendré que esperar a que abra de nuevo», explicaba esta joven. «Además, veo que otro sitio en el que quería ver alguna cosa de verano también está cerrado. Espero que sea por poco tiempo». A pocos metros de allí, una zapatería empezaba a recibir clientes. «Hay muchos padres interesados en comprarle calzado nuevo al niño, al que ya no le valen los zapatos de temporada del año pasado», explicó José María Vides, A su cargo tenía a ocho empleados, que se distribuían el trabajo de atender al público, supervisar que se probaban los zapatos con los pies dentro de unas bolsas de plástico especiales y limpiar después los modelos.

Además de higienizar todas las prendas de ropa, tanto en Parque Mediterráneo como en El Corte Inglés tomaron otras medidas de seguridad con los clientes. En ambos casos, trabajadores apostados en los accesos rociaban con gel hidroalcohólico las manos de quienes entraban en la zona de ventas. Asimismo, obligaban a la entrada a usar mascarilla y recomendaban los guantes. Todo ello está especificado además en las puertas de entrada.


«Por lo que veo, la gente se comporta con bastante educación y mantiene las distancias», reconocía una mujer en El Corte Inglés


A la petición de que se observen estas medidas de seguridad va unido el compromiso de limpiar los probadores cada vez que hay un cambio de cliente. Asimismo, tanto las zonas comunes como las tiendas y los espacios reservados a marcas cuentan con señalización de los espacios de seguridad que hay que dejar. Los mismos protocolos eran utilizados en otras medianas superficies de la Alameda de San Antón y del Ensanche y Ciudad Jardín.


«Por lo que he visto, la gente se comporta con bastante educación. manteniendo las distancias», explicaba María del Mar García, tras salir de El Corte Inglés con unos libros para dar clases particulares a alumnos que afrontan la EBAU.


Sin embargo, en el Centro Comercial Cenit que hasta ayer solo tenía abiertos los establecimientos de alimentación, hubo tiendas que optaron por la cita previa. Como en el establecimiento de moda de fiesta de Ángeles Gambao, que realiza ella misma los arreglos de los vestidos. «Estamos al pie del cañón, pero con mucha precaución», indicó.


«Le di publicidad y me han llegado encargos. Cada día hay cuatro o cinco apuntados», explicó. Recibir a los compradores de forma programada es la fórmula que ha ideado para evitar que se la tienda se le llene gente. «Si se juntan varias clientes con familiares que vienen a ver qué ha elegido, no puedo controlarlas».

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